Presentación

Estudio heráldico

Estudio Heráldico

El lema de la Escuela tiene su origen alrededor del año 1916. El fundador del Belgrano Day School, John Ernest Green, consultó al Embajador Británico de ese entonces, Sir Reginald Powers, para encontrar una traducción exacta al inglés del verso de Horacio, el poeta latino: «Si recte facies, rex eris.» A los alumnos que ya estaban practicando deportes en el Colegio se les traducía esta cita como: «Si juegas sin trampas, serás hecho Rey». Se decidió que la mejor traducción al inglés sería «Play the game»; esto es: «Sé recto en todo cuanto hicieres», como una invitación a «jugar rectamente el juego de la vida».

De esta manera, el lema representa una actitud de vida que abarca no solamente los juegos deportivos, sino también la justicia, la amistad, el apoyo y el respeto al prójimo. En el seno de la Institución, se evidencia tal actitud en las relaciones de los alumnos entre sí, de los adultos entre sí y en la comunicación entre las distintas generaciones.

Al finalizar el año lectivo, se otorga el premio «Fac Recte» al alumno de Sexto Año (Senior 6) que haya sido representante cabal del espíritu del lema tanto en sus relaciones interpersonales, como en su actividad académica, en la deportiva o en ambas.

El cuerpo del escudo (cuadrilongo en Jefe-Triangular curvilíneo en punta) es típicamente británico de uso general por Earls & barons tales como Sir Walter Scott. Es usado habitualmente por institutos como Eaton College, Cambridge University, etc.

Los metales utilizados son el oro y la plata. El oro en bordadura y cuerpo del timbre y de la divisa simboliza la virtud de la justicia y de la clemencia; la cualidad de la nobleza, solidez, soberanía, esplendor, riqueza, poder y constancia e implica la obligación de defender los ideales hasta las últimas consecuencias. La plata como campo en los cuarteles del escudo simboliza las virtudes de la templanza, la verdad y la humildad y la cualidad de franqueza, integridad, lealtad y limpieza de procederes con el adversario. Implica la obligación de amparar a quien se encuentra en desventaja y desvalido.

Los colores son el sinople (verde) y el sable (negro). El primero simboliza la virtud de la esperanza y la cualidad de respeto, disciplina y honra, generando salud y abundancia; el segundo la prudencia, y las cualidades de sabiduría, ciencia, mesura, constancia, firmeza y gravedad e implica la obligación de colaborar con las ciencias.

Como figura natural tenemos el león rampante mornado (sin lengua) como símbolo de autoridad, dominio, bravura, vigilancia y magnanimidad. La figura artificial de la Carabela representa la universalidad, horizonte constante y la habilidad de marcar derroteros; el cabildo en sable con torre donjonada, la grandeza y la elevación fundadas en la sabiduría.