Premian a alumnos del BDS, en Literatura y Fotografía

El marco y los participantes
El jueves 12 de junio tuvo lugar la entrega de premios de una nueva edición de las Olimpíadas Artístico Culturales que organiza la Universidad de Belgrano, esta vez en Fotografía (bajo el tema «Habitantes de Buenos Aires») y Cuento Corto (tema libre, aunque se solicitaba la inclusión de alguna frase predeterminada). 

Informa la Coordinadora de Lengua y Literatura castellana, Prof. María Inés Martínez Asla — quien acompañó a nuestros alumnos en la ceremonia- que concursaron representantes de diecisiete colegios de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires y se presentaron ciento treinta y cuatro obras en total, entre fotos y textos.

Participaron tres alumnos del  Belgrano Day School: Belén Dingevan (S6L), Mercedes Rodrigues Lima (S6L) y Emilio Almansi (S6S).

Primeros premios y algo más
Tal como lo indica el sitio de la UB en la página donde se consignan los resultados (desde donde, además, pueden descargarse dos catálogos, con las obras premiadas),  Mercedes Rodrigues Lima (S6L) presentó tres fotos y ganó el Primer Premio de Fotografía (por su obra «Transgresión»), y dos menciones. Por su parte, Emilio Almansi (S6S) presentó un solo cuento («Recuerdo póstumo») y alcanzó el Primer Premio de Cuento Corto. El cuento completo y las fotografías premiadas — que se exhiben en la UB, Zabala 1837 PB, hasta el 21 de junio- serán publicados en la edición 2008 del anuario The Evergreen. Mientras tanto, va una muestra, abajo: el fragmento inicial de «Recuerdo póstumo» y las fotos «Vida urbana» (Mención) y «Transgresión» (1er Premio). Vayan también nuestras sinceras felicitaciones para estos jóvenes artistas.    

Quinquela, Fermín (q.e.p.d.), falleció el 04-05-91. Querido padre y esposo. El mundo sentirá tu partida, y jamás serás olvidado», leía el aviso fúnebre. Jamás comprendí por qué utilizan la palabra «falleció»; como si una doble ele insípida pudiera transmitir el dolor de perder a un ser querido. Aquel mensaje captó mi atención en particular, pues estaba dirigido hacia el muerto y no hacia los curiosos, tales como yo, que tienen el hábito algo inusual de ojear el obituario. Me pregunté quién sería tan ingenuo como para dirigirse a un muerto; hasta donde yo entiendo, no pueden responder. Tras leer superficialmente los títulos más relevantes, tomé un baño y me preparé para salir (…).