Laptops, tabletas, e-readers: la lectoescritura digital multimedia avanza en BDS

La «revolución» no nació en el Colegio, que en cambio sí ha sabido capitalizarla a través de su Proyecto TEC (Tecnología, Educación y Cultura) que continúa avanzando.  La revolución nació en la sociedad; una sociedad que sigue transformándose de maneras inimaginables hasta hace poco, a partir de la explosión de las comunicaciones digitales.

¿De qué van a trabajar los alumnos de hoy? Imposible saberlo a ciencia cierta, cuando lo único permanente parece ser el cambio. De allí la importancia creciente del concepto de «aprender a aprender» -al que estamos abocados-, para otorgarles la autonomía y las habilidades necesarias para enfrentarlo.

Entre los últimos pasos dados en el Proyecto, cabe destacar la incorporación sistemática del diseño como lógica comunicacional, reflejada cada vez más en videos, presentaciones y todo tipo de proyectos multimedia, individuales y colectivos. Y el viraje irreversible hacia nuevas formas de lectura y escritura, esencialmente dinámicas y multimediales.

Un próximo paso será ir reemplazando paulatinamente -por ejemplo- los libros por e-books y demás recursos digitales. Para ello, cada alumno (y cada docente) debería disponer en el mediano plazo de su propio dispositivo móvil. Pero, ¿cuál? Dentro de las tendencias actuales, la pantalla táctil hace furor, pero las opciones siguen siendo muchas. De ello habla el siguiente artículo de La Nación de hoy, (tomado, a su vez, de The Wall Street Journal). Nos es grato compartirlo para seguir debatiendo estas cuestiones en nuestra comunidad educativa.

Sobre la lectura digital

Mucho se ha dicho acerca de los inconvenientes que puede acarrear el exceso de exposición a la pantalla  en los chicos y, en consencuencia, la lectura digital: la inmediatez y  la intermitencia entran sin duda en juego. Hay un salto de la linealidad a la lectura «en capas», que ofrece infinitas alternativas y posibilidades de personalizar /customizar.

Sin embargo, hoy los expertos comienzan a profundizar en el estudio de las ventajas que también acarrea el cambio. Por ejemplo: con la lectura digital, los chicos pueden:

–          Interacturar y modificar el contenido (lo que implica «aprehenderlo» mejor);
–          Compartir simultáneamente con otros lectores.

Esto es muy interesante, porque es algo en lo que el texto impreso necesariamente difería. Ahora la lectura se multiplica (al texto se suman las imágenes, los sonidos, el diseño, otros textos, videos, etc.), activando de manera más directa los procesos de valoración… y de creación/escritura. La lectura se hace en comunidad y la escritura y la lectura se superponen. En todo caso, ¡buenos desafíos! Estas reflexiones corresponden a la ponencia del Dr. Roberto Igarza en un reciente Congreso de Literatura Infantil y Promoción de la Lectura realizado este mes en Buenos Aires.

Imagen (fuente): http://www.milibrodigital.com

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