¿Woodstock entre nosotros?

Demonizado, reivindicado o idealizado, no cabe dudas de que aquel emblemático festival marcó un hito en la cultura de occidente, a fines de los ’60. Como tal se lo estudia en el Colegio -en especial, en el área de Música- y en ese espíritu se convocó a un especialista para disertar sobre el tema, durante la última «Semana de las Artes». Quien visitó a alumnos de S5 y 6 fue Sergio Cirigliano, hombre de radio de larga trayectoria (por ejemplo, junto a Mario Pergolini), a quien el BDS agradece su presencia.

Habló de los antecedentes de Woodstock (como algunos festivales anteriores y hasta el mismísimo mayo francés), del rock como un movimiento que supo absorber distintos géneros musicales, de la ambivalente relación entre cultura e industria y del concepto «de contracultura». Y también de los excesos, esos que se cobraron tantas jóvenes vidas… (Joplin, Hendrix, Cobain y tantos otros).

Hoy muchos de aquellos ideales están vigentes en los movimientos pacifistas, en una cada vez mayor tolerancia a las diferencias, en la defensa de la libertad, la búsqueda de la armonía y -claro está- en la música y la «cultura festivalera».

Pero tal vez -y esto es solo una hipótesis- también lo más cuestionable del hippismo haya percolado hasta nuestros días y se manifieste hoy en millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, que reniegan del esfuerzo y tan solo «consumen» sus días sin un propósito, sin lograr descubrir (¿o acaso construir?) un sentido para sus vidas.

Como fuere, hoy como entonces esos jóvenes están gritando algo desde su pasividad y su desidia. Y es menester comprometerse y buscar respuestas y cambios profundos a nivel social, político, económico y sobre todo moral, que permitan una inclusión creciente; que entusiasmen y contagien el amor por la vida y su defensa… Para eso también educamos. De allí la importancia de mirar por el «espejo retrovisor de la historia» -metáfora que utilizó «Ciri» en su alocución- con la mente abierta y, sobre todo, con una clara toma de posición en relación con los valores que nos guían y orientan.

Woodstock fue un mojón y un símbolo y casi 50 años después es importante poder «leerlo» adecuadamente.

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