Un ojo, un pez
Fue una de tantas clases de Lengua y Literatura castellana. Un grupo de adolescentes leía tranquilo, todos sentados en medio del patio soleado. Su profe lo había logrado, sin dudas: ¿motivación?, ¿técnica pedagógica?, ¿pasión que se contagia?
Pasó por allí la coordinadora del área: clic.
Subió la foto al aula virtual, con una leyenda sugestiva.
Otras miradas se sumaron y se expresaron como comentarios: el de una teacher de otra lengua, por ejemplo. Y el de una de otro lenguaje -el arte- que supo ver en la forma que había adoptado ese grupo de estudiantes, un ojo y/o un pez.
¿Aprender no es siempre abrir los ojos y llegar a moverse como pez en el agua?
¿No trata de eso la educación? ¿Y la vida?