#Prometeo & Co.

La comunidad participa en nuestro weblog

En el mes de marzo, el sitio institucional del Belgrano Day School abrió una nueva sección. Se la tituló "Prometeo & Co.", en referencia al mito de quien les robó el fuego sagrado a los dioses, para entregárselo a los hombres. Por analogía, tomamos prestado el "fuego" de algún otro artículo publicado en los mass media (que vendrían a ser algo así como los "dioses"), para compartirlo con los miembros de nuestra comunidad ("los hombres"). Hoy queremos destacar y agradecer algunos de los aportes recibidos en la sección que, aprovechando el potencial de la tecnología weblog, invita a los lectores a participar y enviar sus comentarios sobre cada nota. "Como madre de adolescentes, no puedo estar más de acuerdo con todo lo dicho " -- arrancó Alicia Parera, en relación con el artículo "No al vale todo". Andrea Antoniazzi agregó: "Los chicos tienen hoy todo a su alcance: demasiado. Conseguir algo por mérito propio da mucha fuerza, mucha seguridad. Creo que deberíamos incentivarlos en esto". Por su parte, el Old Facrectean Martín Kohan fue más allá: "Los hijos no son nuestros amigos; no debemos competir con ellos. (...) Hay que educarlos, ayudarlos a crecer y establecer reglas de convivencia y respeto. Recalcar que en la vida hay derechos, pero también obligaciones. No todo es un viva la pepa. Nosotros, los adultos, somos los responsables". Tampoco faltaron los aportes de los más jóvenes -- los alumnos- , por ejemplo en la nota "Internet, entre el trigo y la cizaña". En cambio, los artículos "Sobre el buen decir" y "La diversidad como alimento para el cerebro humano" no recibieron comentarios hasta el momento. La última nota (o post , como se dice en la jerga), publicada en Prometeo... el 8 de mayo, tiene que ver con la búsqueda de la armonía y algunas apreciaciones sobre la felicidad, ese estado tan añorado como difícil de asir. Y, a todo esto, usted... ¿qué opina?
8 may 2006 | Comunicacion BDS
8 may 2006 | Comentar

La búsqueda de la armonía

Fuente: www.mural.uv.es Un artículo publicado el domingo 7 de mayo en La Nación da cuenta de una nueva mirada de la ciencia sobre la felicidad, ese "estado ideal" del alma humana, tan difícil de definir como de perpetuar en el tiempo. Más allá de enumerar los "componentes" de la felicidad para distintas personas -- dentro de un arco ideológico que va del más absoluto materialismo al lirismo utópico- es interesante constatar la importancia que los expertos les asignan a los vínculos afectivos y a la capacidad de atravesar problemas y dificultades, para tener mejores chances de ser feliz. ¿Y la escuela, a todo esto? ¿Educa para la felicidad? En tiempos de una competitividad feroz, de desafíos globales y bombardeo consumista, el BDS continúa rigiéndose, como desde hace casi cien años, por los principios que han sellado su misión y su visión educativas: el desarrollo de los valores del espíritu, sintetizados en el lema Fac Recte. No educamos para el "éxito" a cualquier precio; educamos para el pleno desarrollo de la persona humana, en armonía con sus semejantes, trabajando en pos del bien común. No educamos para el "sálvese quien pueda", el "llame ya", o la evasión facilista. Educamos para la búsqueda del equilibrio entre el yo y el tú, el ser y el hacer, las aspiraciones y las posibilidades. Los ejemplos son muchos. Podría postularse que la misma evolución del colegio como institución educativa es una permanente búsqueda de equilibrio: tradición e innovación, lo nacional y lo global, el contenido y las formas... La responsabilidad, el esfuerzo, el respeto y la tolerancia; la verdadera libertad -- que siempre tiene en cuenta al otro, porque ante todo, honra y defiende la vida - son aspiraciones que se ejercen cada día y que tallan el espíritu para una felicidad serena y duradera, capaz de adaptarse a los cambios sin perder su esencia y de afrontar las dificultades con entereza y capacidad para el aprendizaje continuo, a lo largo de toda la vida. Es probable que los científicos encuentren una fórmula para activar sintéticamente las zonas positivas del cerebro y estimular así la felicidad. Pero creemos que los avances de las neurociencias y la psicofarmacología no deberían eximirnos jamás de "la parte que nos corresponde". Porque si hay algo capaz de hacer feliz al ser humano es sentirse protagonista de su propio destino, y del de aquellos que amamos. Hemos sido hechos para el amor -- la palabra más bella de nuestro idioma, según una encuesta reciente realizada en todo el mundo. Por algo será.
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11 abr 2006 | Comunicacion BDS

No al «vale todo»

El grito, de Edvard Munch (1863-1944) Hace pocos días, un adolescente de dieciséis años murió en Palermo Chico, tras una pelea con una "patota", compuesta también por jóvenes. El martes 11 de abril, La Nación publicó una reflexión válida sobre La educación del "vale todo" y su relación con la violencia. Se trata de otro caso que pone de manifiesto una vez más la vulnerabilidad de los jóvenes y la desantención que padecen, a veces disfrazada con ropas de primeras marcas y mucho dinero en el bolsillo, "para divertirse el fin de semana". ¿Hubo alcohol? De un lado y del otro, entre los protagonistas de la pelea, seguramemente lo hubo. ¿Drogas? Quién sabe. ¿Alguien se robó un celular? Tal vez, puede ser... El consumismo desmedido genera esclavitud; confunde el tener con el ser, activa una carrera loca donde todos perdemos. Pero más pierden ellos, los chicos. Los vecinos de la zona se sienten cada vez más inseguros. Todos nos sentimos así; ¿vamos a acostumbrarnos a la infamia? ¿Vamos a anestesiarnos para seguir digiriendo lo que no se puede ni se debe digerir? Podrá haber o no esclarecimiento, juicio y castigo. Podrán echarse a jugar -- o no- las cartas del poder, las tristemente célebres cadenas de influencias y encubrimientos. Lo cierto es que un joven murió y a varios más el hecho probablemente los marque para toda la vida. ¿Es válido, es conveniente que un joven de tan corta edad esté en la calle en plena madrugada? No lo creemos. ¿Por qué se ha vuelto normal lo que no lo es, ni en función de las necesidades biológicas, ni de las socio-afectivas más genuinas? Preguntémonos a quién le conviene que los chicos vivan de noche y confundan borrachera y descontrol con diversión. Seguramente, a nadie que quisiéramos cerca de nuestros hijos. El conflicto como tal es inherente a la condición humana y por lo tanto debe aprenderse y enseñarse, verbalizarse y atravesarse, sin los atajos facilistas de la evasión o la violencia. Familia y escuela deben volver a las fuentes. No hubo ni hay grupo humano que pueda sobrevivir sin algún sistema de sanciones y recompensas, porque el ser humano es imperfecto y debe aprender (y los adultos, debemos enseñar) a constituirse en sujeto de derechos y responsabilidades. Pero la escuela sola no puede; es subsidiaria de la misión primordial de los padres. La mejor estrategia de prevención es una alianza estrecha y comprometida entre la familia y la escuela, donde cada cual se haga cargo de los roles indelegables que le competen. A veces -- cada vez con más frecuencia- amar es decir que no.
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3 abr 2006 | Comunicacion BDS

Internet, entre el trigo y la cizaña

La nueva vuelta de tuerca en la disputa que mantienen la revista científica Nature y la Enciclopedia Británica, a la que hace referencia un artículo publicado ayer en La Nación, reaviva una cuestión de importancia, tanto para los estudiantes como para cualqueir usuario de Internet, puesto a buscar información online. Mientras Nature se erigió como defensora de la enciclopedia virtual Wikipedia -- cuya precisión comparó con la de la tradicional Enciclopaedia Britannica- la propia Enciclopaedia... salió al cruce, alegando enfáticamente su superioridad como fuente de información segura. Pero el tema que subyace es más abarcativo. Que Internet está llena de información-chatarra no es una novedad. Que pone a disposición de todos maravillas de información y cultura, tampoco. La cuestión es: ¿cómo hacer para separar el trigo de la cizaña, en el indiferenciado e indiferente mundo de los buscadores? ¿Qué criterios deberían tener en cuenta los internautas (estudiantes o simples curiosos) para aceptar como válida la información a la que acceden? El primer criterio resulta obvio, pero es de crucial importancia. Como reza el abecé del periodismo, "debes chequear tus fuentes, chico". Por ejemplo, una cosa es informarse acerca de la vida del Gral. San Martín recurriendo al Instituto Nacional Sanmartiniano y otra, bien distinta, tomar datos de algún sitio ignoto y políticamente sesgado, que brinde información sobre el padre de la patria, dentro de un listado -- digamos- de "militares latinoamericanos que lucharon por la unidad continental". ¿Se entiende? Otro tip elemental: una cosa es una punto org, otra una punto com y otra una punto gov -- oficialista por definición- aunque, la verdad sea dicha, hoy por hoy cualquiera puede ser igualmente tendenciosa o idónea. Ir a fuentes conocidas y seguras es el primer paso y el segundo, de similar importancia, es saber contextualizar los hallazgos. Algunos ejemplos pueden resultar clarificadores: para buscar una palabra en el diccionario, nada mejor que la Real Academia Española; para obtener información sobre un país, su embajada; para la actualidad, los diarios (pero habrá que ver qué diarios y tener en cuenta su línea editorial también. Es un muy buen ejercicio "leer la misma noticia" en distintos medios). Una alternativa (utilizada inclusive en grandes bibliotecas virtuales, como en el Information Resource Center que funciona en la sede de la Embajada de los EEUU en Buenos Aires ) es recurrir en primera instancia a los libros impresos en papel -- por ejemplo, una buena enciclopedia- y ponderar allí la importancia de un determinado dato que se quiere relevar, para luego ajustar mejor la búsqueda virtual. Hoy en día, los distintos soportes de información "dialogan" entre sí, de modo que la mayoría de los libros que se publican en la actualidad incluyen sitios web entre las referencias bibliográficas. En este sentido, el proyecto de Aula virtual del BDS aspira a funcionar también como un reservóreo de sitios de referencia. Wikipedia se promociona como una enciclopedia libre en la que todos podemos "meter mano" e inclusive editar. La Encyclopaedia Britannica, por otro lado, ostenta por detrás una legión de expertos trabajando en forma directa o como consultores. Seguramente, sea cual sea el camino de la búsqueda, será también importante mantener la mente abierta y no "casarse" con las verdades sin asegurarse primero. La duda es una buena brújula para el saber. Y las fuentes más confiables suelen brindar referencias cruzadas, es decir, se citan entre sí y tienen un importante nivel de superposición conceptual en sus contenidos. Pero, por sobre todas las cosas, resulta fundamental desterrar la costumbre facilista, el "atajo" del copy-paste, a la hora de investigar. Sólo el ejercicio continuado y concienzudo de la lectura crítica nos puede permitir, eventualmente, separar el trigo de la cizaña y amasar un buen "pan casero", es decir, un trabajo de investigación original y rico.
20 mar 2006 | Comunicacion BDS
20 mar 2006 |

La diversidad como alimento para el cerebro humano

La nota de la periodista Nora Bär publicada ayer en La Nación, sobre la base de un diálogo mantenido con Marsel Mesulam -- un pionero en el estudio de la mente- parece brindar nuevos avales científicos a postulados sobre los que se viene trabajando, desde hace tiempo, en el campo de la educación de niños y jóvenes. Es verdad que las neurociencias aún están "en pañales" y que el cerebro -- la estrella favorita en su constelación de intereses- continúa siendo, en buena medida, una incógnita. Pero algunos de los temas sobre los que se detiene Mesulam se ven claramente reflejados en la arena pedagógica de hoy, al menos cuando de instituciones innovadoras y pujantes se trata. Así, las referencias del entrevistado a la relación entre herencia y experiencia a la hora de aprender, su valoración del lenguaje como el "puente entre lo anatómico y lo simbólico" y sus afirmaciones acerca de la variedad y la diversidad como fuente nutricia para el cerebro humano (en contraposición a "más de lo mismo"), bien pueden alinearse con teorías como la de las inteligencias múltiples y con proyectos educativos que hacen de la diversidad de oportunidades su sello distintivo, como es el caso del BDS. "El secreto del cerebro humano es la búsqueda de la diversidad. Sentimos una urgencia intrínseca de buscar lo novedoso. Si uno toma una neurona y le muestra lo mismo dos veces, inmediatamente decrece su actividad. Se aburre. Lo peor para el cerebro humano es el aburrimiento" -dice el experto. Por otro lado, sus aseveraciones acerca del valor único del lenguaje humano nos remiten a un artículo anterior, publicado en esta misma sección de lecturas recomendadas y opinión. En él nos referíamos a los riesgos del empobrecimiento lingüístico, que deberíamos evaluar, entonces, como un potencial empobrecimiento cognitivo de índole más general.
15 mar 2006 | Comunicacion BDS
15 mar 2006 | Comentar

Sobre «el buen decir»

En un editorial publicado por La Nación el domingo 12 de marzo, se hace referencia a la por cierto incansable labor del Presidente de la Academia Argentina de Letras, Dr. Pedro Luis Barcia, en relación con la defensa del buen uso del idioma y su riqueza intrínseca. Dice el texto, en uno de sus párrafos: "Es lamentable apreciar de cuánto se hallan privados quienes se valen de las rudimentarias armas de un lenguaje básico. En esa situación se reduce la expresión del pensamiento y de la vida afectiva; también así se limitan los recursos para conocer el mundo, pues tanto la dimensión interna como la externa constituyen incógnitas que se van develando a medida que las palabras las revelan". El empobrecimiento del lenguaje es entonces también empobrecimiento del espíritu. Es pérdida de identidad y de "humanidad", ya que "El lenguaje es (...) la obra del ser humano que lo distingue por excelencia". Un ser humano con un lenguaje pobre es menos libre y ve el mundo y la vida con una paleta de colores muy limitada y sin matices. No hay espacio para la sutileza, la percepción refinada o la empatía, o inclusive para exteriorizar y por lo tanto acotar la humana contradicción de cada día. Parafraseando a Barcia una vez más podríamos decir que el lenguaje es tan necesario como la dentadura porque "con él masticamos y digerimos la realidad." En este marco, queda claro por qué la misión institucional del Belgrano Day School postula, junto con la aspiración a los valores más altos del espíritu: "Optimizar la comunicación entre todos los sectores de la comunidad / Promover el bilingüismo, profundizando y afianzando el dominio de las lenguas castellana e inglesa / y Alentar el pensamiento crítico, desarrollando la capacidad de elección y la aptitud para tomar decisiones". Defender la lengua es entonces defender nuestra identidad como individuos y miembros de una comunidad. Proteger el lenguaje de los más jóvenes y las normas del "buen decir" es otra forma de protegerlos a ellos mismos y de bregar por su futuro. Y eso también es defender la vida.