Adela Basch: «Los chicos son mis pares»
La reconocida autora de literatura infantil visitó el BDS en agosto de 2006, con motivo de la puesta en escena de su obra «San Martín, caballero del principio al fin», interpretada por alumnos de P4 y dirigida por Mabel D’Alvia de Oddone.
Además de ponderar la desenvoltura de nuestros chicos y el excelente trabajo de Mabel, Adela nos concedió un reportaje, que será publicado próximamente en The Evergreen 2006. He aquí un refrescante anticipo de verano.
*The Evergreen: ¿Cómo fue que te hiciste escritora?*
*Adela Basch*: Primero fui una ávida lectora, aunque ya desde los siete empecé a escribir. Mi mamá me leía antes de dormir y mi papá ?médico de profesión, que atendió en su momento a los hermanos Bernardo y Hugo Green- nos contaba las historias de Las Mil y Una Noches. La mía fue una infancia de clásicos: Alicia?, Tom Sawyer, Robin Hood? También me gustaba la poesía. Leía en inglés y en castellano. Después hice la Licenciatura en Letras en la UBA, aunque me costó terminarla. Era una época difícil. Comprendí que me había transformado en una erudita, ¡algo bastante aburrido!
*Pero la escritura te salvó de la solemnidad…*
– Sí, por suerte empecé a jugar con las palabras. ¡Pensar que me iba a dedicar al estudio de la lengua y la cultura griegas! Lo cierto es que mientras estudiaba, no podía escribir. Pero luego sobrevino una época de grandes cambios en mi vida. Enseñé taquigrafía y dactilografía en un instituto, comencé a hacer traducciones para varias editoriales e inclusive hice doblajes de guiones de TV y hasta de dibujos animados? Igual, sentía que lo que quería hacer aún no había comenzado?
¿*Y entonces*?
– Resulta que una amiga mía quería dirigir teatro para chicos. Ella me animó a hacer una versión teatral de Don Quijote y así surgió ?Abran cancha que aquí viene Don Quijote de la Mancha?, que fue algo así como mi ?destape?. De ahí en más fui ganando oficio y escribiendo cada vez con más asiduidad.
*En tu literatura parece haber un hilo conductor, una línea de acercamiento de los mitos, las grandes figuras de la historia y los clásicos de la literatura, al mundo de los chicos*…
– Es verdad, es algo así como un proyecto personal, que también tiene que ver con acercar lo particular y lo universal. A mí me costó salir de la erudición acartonada; tal vez me refugié en la literatura infantil como una trasgresión, una manera de eludir a la crítica, al ?cholulismo académico?. Sentí que con los chicos podía entablar una relación sincera y frontal, sin afectación, con la literatura como puente. Y, de paso, ayudarlos a cruzar ese puente dándoles a los héroes históricos o literarios una dimensión más coloquial, más humana.
Tres obras emblemáticas de Adela Basch, todas presentadas, en diferentes oportunidades, en el BDS
¿*Pero cómo lo hacés? ¿De qué recursos te valés*?
– El juego de palabras, la rima, el anacronismo ?en especial, la recreación de temas clásicos con lenguaje actual- y, sobre todo, el humor. El humor nos ayuda a no tomarnos demasiado en serio, socava la adhesión irreflexiva a ciertas creencias, nos permite tomar distancia de los problemas, ver las cosas de diferente manera. Jugar. El humor nos iguala, desnuda que en la condición humana somos todos iguales y somos todos chicos. Para mí, los chicos son mis pares:
*Y, justamente, tomás personajes históricos que lucharon en pos de la igualdad*…
– Tengo una especie de conexión con los grandes libertadores del mundo. Me importan mucho los valores de personas como San Martín o Belgrano, que entregaron su vida en términos materiales y espirituales, en pos de un ideal. Ellos también transgredieron, de algún modo: por ejemplo, tanto San Martín como Belgrano fueron precursores de la idea de que la mujer debía tener los mismos derechos que el hombre. Belgrano enarboló por primera vez la bandera bajo amenaza, porque el gobierno aún no lo había autorizado. Y San Martín vivió solo diez años en suelo argentino, y mirá lo que hizo.
*Las editoriales, ¿te acompañaron siempre en esta empresa literaria*?
– ¡No! Qué va. Al principio fue muy difícil. Inclusive el género elegido despertaba desconfianza, pero hoy tengo teatro publicado en casi todas las editoriales argentinas de literatura infantil y juvenil, además de estar llevando adelante un emprendimiento propio; la editorial ?Abran cancha?, donde he publicado otras cosas, como un libro de poemas sobre Buenos Aires, que se llama ?Que la calle no calle?. Y obras de autores menos conocidos, para chicos y para adultos. En realidad, todo buen libro para chicos lo es también para grandes… Y bueno, por ahora, la cosa se sostiene.
*O sea que seguís haciendo quijotadas y transgrediendo*…
– ¡Sí!. Tal vez lo haga porque me parece que si no, la vida se congela. Y a mí me interesa mucho que la vida de los seres humanos cambie, mejore. El hambre, las enfermedades, las guerras, ¡tantas cosas podrían ser de otra manera! Yo admiro a los que se juegan enteros, a los que no se aprovechan de la función pública o de su espacio de poder en beneficio propio, sino que anteponen la búsqueda del bien común. Y creo en la trascendencia de lo simple, desde el aquí y el ahora?
Pues ¡adelante, Adela! Gracias por tu visita, tu gracia y tu generosidad. Y por andar por la vida así, abriendo cancha con las palabras y ayudándonos a sonreír.
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