Colaboraciones para el Libro del Centenario

Está en plena ebullición la producción del libro y dentro de algunos meses, también verá la luz el blog del Centenario del BDS. Los editores a cargo (la gente de My Special Book) se ha visto innundada de testimonios, fotos (como la que ilustra esta nota), contribuciones… Escriben los ex alumnos más “Senior“, los jóvenes que egresaron hace poco, los que hoy son papás y mamás del cole. Escriben con el corazón y con la tripa. Escriben sobre lo que fue su paso por estas aulas y estos patios y sobre lo que aún significa hoy en la vida de cada uno el lema Fac Recte.

…Y ya que acaba de egresar una nueva camada de Old Facrecteans, compartimos con ellos y con todos tan solo uno de los aportes, a modo de muestra. ¡Gracias, Edgar Colombo (class of 1964)! Y GRACIIAS A TODOS por tantos recuerdos imborrables.

“A los alumnos:

Segundo miércoles de mes de una fría y lluviosa noche de invierno. A los casi sesenta y cinco años de edad, uno sale de la oficina y piensa en llegar cuanto antes al reconfortante calor del hogar; dar un cariñoso beso a su esposa; destapar la olla humeante para anticipar la sabrosa cena y apoltronarse en un sillón mientras escucha las noticias de lo acontecido en la jornada. En lugar de ello, me encamino hacia la calle Virrey del Pino, me presento en la portería del Belgrano Athletic Club y subo al restaurant del primer piso. Transcurren los minutos y van llegando los demás comensales. Algunos tenemos la cintura “algo” engrosada; varios peinamos canas y algunos no tienen mucho que peinar.Se hace mención a anécdotas de épocas pasadas; comentamos sobre vivencias actuales en las que inevitáblemente se incorporan nuestros hijos y recordamos con afecto a quienes el destino ha llamado anticipadamente. 

Todos, con responsabilidades laborales de divesa índole y con las preocupaciones propias de la época. Hay quienes pueden participar con mayor frecuencia y otros lo hacen esporádicamente. Pero el espíritu es siempre el mismo: mantener al grupo unido en ésta sana costumbre de encontrarnos. Hay un poco “de todo como en botica”. 

Sé de otras camadas que con igual o menor asiduidad se reúnen. Si bien no hay obligación, sentimos el deseo de juntarnos para compartir charlas, de mayor trascendencia o tan sencillas que podrían considerarse “de café”. Disfrutamos de esos momentos nuestros que están inexorablemente relacionados con el Colegio. Quizá esa haya sido una enseñanza extra-curricular que nos hayan inculcado en esta escuela. Como seguramente sentirán los de otras camadas,  yo me siento orgulloso de haber sido y seguir siendo de los egresados en 1964.   

Paralelamente, he participado desde hace seis años en el coro de ex-alumnos, del cual me alegro muchísimo haber sido integrante. Al decir de Vicentico, los caminos de la vida me llevarán a radicarme a casi dos mil kilómetros de Buenos Aires, en pos de una vida más tranquila. Si algo he de extrañar, serán las cenas mencionadas y los encuentros corales, por la actividad en sí misma, pero más que nada por las excelentes personas con quienes las he compartido. 

Ojalá éstas breves líneas sirvan para despertar la curiosidad de quienes aún ocupan las aulas y que, al dejar las mismas, decidan intentarlo. Creo que no lo lamentarán.  Yo siempre estaré agradecido al hecho de haber tenido la posibilidad de ser alumno del Belgrano Day School.

Merry Christmas to you all!”

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