Digitalización de «The Evergreen»
*Una historia dentro de otra*
Es muy auspicioso que esto ocurra en coincidencia con la celebración del 95º aniversario del Belgrano Day School, aunque «apenas» se cumplan noventa y un años de la primera edición del anuario, por entonces escrito enteramente en inglés, ya que el joven colegio ofrecía sus servicios educativos para los hijos varones de familias británicas, llegadas al país con las oleadas inmigratorias de fines del siglo XIX y principios del XX.
Aunque con algunas interrupciones en su publicación y algunos cambios de formato, la historia de The Evergreen es un testigo fiel y privilegiado de la historia del BDS. De la lectura de sus páginas — muchas de ellas amarillas, encuadernadas en distintos volúmenes que Bernard Green atesoró durante su larga gestión, en una biblioteca vidriada y con llave- dan cuenta de visitas ilustres, anécdotas de antiguos alumnos que hoy son encumbradas personalidades en los más variados quehaceres, tradiciones y costumbres de época y, fundamentalmente, del desarrollo y consolidación de un proyecto educativo profundamente enraizado en los valores del humanismo.
*Candilejas de otros tiempos, brillando hoy y siempre*
La digitalización del material de The Evergreen es una tarea titánica. Apenas se han dado los primeros pasos, pero las posibilidades que se abren son inmensas. El nuevo formato permitirá hacer búsquedas y entrecruzamientos de la información, rastrear fotos de antiguos profesores y perpetuar momentos emblemáticos de la vida institucional, permitir a la amplia comunidad de ex alumnos ubicar su propia historia dentro de la historia del colegio y mucho más.
Buceando por las primeras ediciones, nos enteramos, por ejemplo, de una visita que hizo a los Scouts del Belgrano Day School nada menos que Charles Chaplin, en su paso por la Argentina, allá por 1916 . Pudimos conocer, también, las conmovedoras historias de soldados británicos que le enviaban cartas a su antiguo colegio desde el frente, durante the big war. O leer un exquisito reportaje al gran Jorge Luis Borges.
Y hasta podemos esbozar una sonrisa con avisos «de época», ya que durante ciertos períodos, el anuario se financió con publicidad: Grimoldi, Gargantini, Massalin… Se trataba de empresas cuyos titulares, verdaderos protagonistas del despegue industrial de la Argentina, enviaban a sus hijos a nuestro colegio, en busca de la excelencia que siempre lo caracterizó y de un exitoso acceso a la universidad, aquí o en cualquier lugar del mundo.
*Camino al centenario*
Esta recuperación del patrimonio histórico institucional se verá coronada dentro de algún tiempo, cuando festejemos el centenario. Pero ya desde ahora podemos comenzar a saborearla, con asombro, profundo respeto y gran alegría, como un buen «regalo de cumpleaños» para el BDS y para todos los que nos sentimos orgullosos de formar parte de su riquísima historia.
Arriba a la izquierda, la página 27 de la edición de 1916 da cuenta de la visita de Chaplin. A la derecha, casi como un cuadro impresionista, la hora del té en uno de los primeros «Sports » (1917)Y abajo, el alumnado con J.E. Green (al centro), fundador del Belgrano Day School. La foto data de 1923…