Las otras «discapacidades»

Salimos en una recorrida por el barrio de Belgrano R en grupos de cuatro alumnos en los que todos pudimos vivenciar lo que es ser ciego, lazarillo, discapacitado motriz o guía en sillas de ruedas o con gafas y bastones para no videntes. Nuestro recorrido abarcó las calles Juramento, Freire, Mendoza y Av. Crámer. Así descubrimos que solamente en una esquina hay una bajada adecuada. En las otras, si las hay, están rotas u ocupadas por residuos o escombros.
Los vecinos, en general y aunque hubo excepciones, fueron intolerantes y notamos que intentaban disimular la molestia que sentían por tener que esperar nuestro lento paso, tanto al cruzar las calles como al transitar las veredas que, lamentablemente, están en pésimas condiciones. Estas actitudes significan barreras ideológicas y arquitectónicas que impiden que nuestros conciudadanos con capacidades especiales puedan desenvolverse libremente.
Aparentar estas dificultades nos ayudó a pensar que hay gente que sufre nuestra incapacidad de empatía y que ninguno está exento de sufrir un accidente y tener que cambiar las comodidades de la vida diaria... por la incomprensión de los otros.

